Terminada la temporada y con el sano ánimo de que os riáis - u os escandalicéis - un poco, saco del baúl de los recuerdos este artículo que publique en TROFEO en marzo de 2010 con el título de NOVIAZGOS MONTEROS. No perdáis de vista que me remonto a los años 60 y 70 en que se podía llegar a extremos canallescos. Sed, pues, indulgentes con este viejo montero que no se tapa ni se arruga y confiesa sus propios pecados.

 

No quiero despedirme sin hacer una reflexión sobre el tema: Asumiendo que aquellas bellaquerías han quedado obsoletas, yo me pregunto...¿Hemos salido ganando o perdiendo con estos noviazgos "light"? Evidentemente a nadie se le ocurre hoy meterle mano a un señor al que no conoces "ni de la bulla de la feria", pero en monterías de amigos, y a lo grande o en "petit comité", ¿No es mejor, incluso para el propio nuevo cofrade, cargar un poco - o un mucho - la mano? A las pruebas me remito: Se sigue haciendo hoy en día..., y los novios, sobre todo si son chavales, no hace falta torturarlos: ¡Confiesan que no lo olvidarán jamás y que no nos hubiesen perdonado que los dejáramos ir incólumes!